sábado, 2 de junio de 2012

Maravillosas palabras maravillosas...



Cuando nada queda. Cuando nuestros peores sentimientos ganaron la partida y ya no se cree porque todo parece irremediable, aparece una luz… La luz de las palabras. Palabras que alivian,  que desenredan,  que abren caminos,  que sanan. No aquellas teñidas de falsa condescendencia,  sino las que vienen directo del alma de quien puede ver con moderación las acciones de sus semejantes porque se sabe hecho de la misma materia vulnerable y cambiante.